Nuestro software de gestión integral de empresas no necesita asesores

Si tu software es capaz de centralizar datos, generar informes automáticos y cumplir con las normativas vigentes, es lógico pensar que el intermediario se vuelve innecesario. Sin embargo, para posicionar esta idea con éxito en el mercado, es útil distinguir qué es exactamente lo que el software está reemplazando.

Aquí te comparto un análisis de por qué esta propuesta es potente y dónde residen sus mayores retos:

1. La propuesta de valor: Eficiencia total

Al eliminar la necesidad de un asesor, tu software ofrece tres beneficios inmediatos:

• Reducción de costes: Se elimina una cuota mensual fija (el "fee" del asesor).

• Información en tiempo real: El empresario no tiene que esperar a que el asesor le envíe el balance del trimestre; los datos están disponibles al instante.

• Eliminación del error humano: La integración de datos directa evita fallos en el picado de facturas o asientos contables.

2. Lo que el software "mata" (El Asesor Operativo)

Tu software no compite contra todos los asesores, sino contra el gestor administrativo tradicional. Ese perfil que se limita a:

• Contabilizar facturas.

• Presentar modelos de impuestos (IVA, IRPF).

• Gestionar altas y bajas en la Seguridad Social.

Para estas tareas, un algoritmo bien diseñado es, sin duda, más rápido y económico.

3. El desafío: La interpretación y la estrategia

El único punto donde el "no necesita asesores" puede generar fricción es en situaciones complejas que requieren juicio humano o interpretación legal ambigua:

• Inspecciones de Hacienda: El software da el dato, pero a veces el cliente busca a alguien que "dé la cara" o defienda un criterio ante la administración.

• Planificación fiscal creativa: Las leyes a veces permiten diferentes interpretaciones para optimizar el pago de impuestos que una IA estándar podría no sugerir por prudencia.

¿Cómo podemos potenciar este mensaje?

Para que el cliente confíe plenamente en que no necesita a nadie más, el software debe ser percibido como un "Asesor en la sombra".

Podríamos trabajar en:

• Mensajes de marketing: "¿Por qué pagar a alguien para que pulse botones que nuestro software ya pulsa solo?"

• Garantías: Ofrecer un respaldo legal o un seguro de responsabilidad civil integrado en la suscripción para dar tranquilidad.

• Alertas proactivas: Que el sistema no solo registre, sino que avise: "Si haces esta inversión ahora, te ahorrarás X en el próximo impuesto de sociedades".